Hoy os queremos presentar algo que mejorará vuestro estado
de salud y que os dejará una piel envidiable. Se trata del Hamman, o más comúnmente
conocido como Baño Turco. Es uno de los “extras” que cualquier gimnasio o Spa de
categoría, debería tener entre su oferta de wellness.
El Baño Turco no es más que una sala
cerrada donde se recrea un ambiente con humedad relativa del 99%, y donde las
temperaturas varían desde los 25º (suelo), hasta los 50º (cabeza). En su
interior se suelen utilizar aceites aromáticos tipo eucalipto.
Al entrar por primera vez, te
sorprenderá la “niebla” existente, así como la dificultad que tienes para
respirar en su interior. Consejo: no te asustes, porque la sensación de agobio
es de 10 segundos, y posteriormente tu cuerpo se adaptará al nuevo ambiente.
Entra con tranquilidad y haz una respiración relajada.
¿Qué puede hacer el Baño Turco por tu
cuerpo?
- Mejoras en tu piel: el vapor provocará que se dilaten los poros, eliminando cualquier toxina e impureza. Así mismo, el vapor de agua, realiza una profunda limpieza de tu piel, dejándola muy suave y tersa (recomendado para problemas de acné).
- Mejoras respiratorias: tu sistema respiratorio mejorará su rendimiento, por la alta humidificación de la sala, evitando posibles enfermedades como resfriados, tos, sinusitis…etc.
- Mejoras para tu corazón: el calor presente, provoca un aumento de la respiración y frecuencia cardiaca (de 70 a 140 pulsaciones por minuto), generando gran actividad metabólica. Esto mejorará la capacidad de recuperación de tu cuerpo.
- Mejora del sistema nervioso: el ambiente recreado, provoca una gran relajación, eliminando síntomas de estrés, ansiedad o depresión. Todo ello, nos permitirá dormir mejor tras una sesión de turco.
- Mejoras íntimas femeninas: pocas chicas conocen esta propiedad del baño turco. La humedad del ambiente mejora la limpieza de los genitales femeninos favoreciendo el flujo vaginal, mientras el calor por su
parte aliviará los síntomas menstruales.
A continuación os indicaremos como
debes hacerlo, para que tus resultados sean mejores.
¿Cómo tomar un buen Baño Turco en
condiciones?
- Antes de entrar, hidrátate convenientemente para compensar la sudoración posterior.
- También debes darte una ducha templada antes del turco.
- Con actividad física previa, tomate 10 minutos de descanso antes de entrar directamente.
- Tu estancia en su interior, no deberá sobrepasar los 10 minutos.
- Empieza sentándote en los bancos inferiores para aclimatar tu cuerpo.
- En el interior, no bebas agua, ya que interrumpiríamos el tratamiento.
- Al salir, hazlo pausadamente para evitar pequeños mareos.
- Fuera debes darte una ducha refrescante, mojando primero las extremidades (manos y pies) para recobrar el ritmo cardiaco.
- Si tienes tiempo, puedes repetir el proceso nuevamente.
- Ojo, no tomar un Baño Turco más de 2 veces por semana.
Advertencia: por las altas
condiciones de Calor y Humedad, no es indicado para ancianos, embarazadas,
hipertensos y gente con cardiopatías.
Bien, pues ya sabéis, olvidaros de las
carísimas cremas estéticas, y pasaros al Baño Turco. Con una sesión de 30
minutos, pondrás tu cuerpo en marcha para afrontar el duro ritmo semanal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario